Siempre me siento atraído cuando escucho conceptos que – en mi opinión – son novedosos por salirse de la norma, de lo cotidiano, de lo que todos hablan. Cuando los escucho, no paro hasta saber todo sobre eso. 

Sí, para mí la curiosidad es una de las habilidades mentales más importantes y de la cuál estoy muy orgulloso de haber desarrollado. 

En este caso, me pasó con el concepto de “pensamiento neutral”, el cuál lo conocí investigando a dos colegas que entrevisté para mi podcast Sinapsis. Te dejo el enlace por si quieres escuchar algunos episodios.

Aproveché en esas conversaciones para preguntar a qué se referían cuando hablaban de pensamiento neutral y cómo lo trabajan con sus clientes, sin embargo me puse a investigar de dónde venía este concepto aplicado al entrenamiento mental de deportistas y me encontré con Trevor Moawad, un coach mental de renombre internacional que ha trabajado con enormes figuras del deporte. 

Este coach, que lamentablemente falleció en el año 2021, dejó su legado en esta herramienta principalmente en dos libros que hablan del pensamiento neutral y cómo aplicarlo al alto rendimiento deportivo.

En este artículo te voy a contar de qué se trata y cómo puede impactar en tu rendimiento. 

¿Qué es el pensamiento neutral?

Primero que nada, voy a aclararte porqué pienso que es algo salido de la norma. 

Seguramente hayas escuchado hasta el hartazgo que tienes que tener pensamientos positivos para lograr tus objetivos y tener éxito. Y más cuando las cosas no salen como esperas (bastante difícil, ¿no?) 

De por sí, este enfoque ya es diferente. Ni negativo, ni positivo: neutral.

Como una palanca de cambios de caja manual, la idea es ponerse en “punto muerto”, punto neutral mental y emocional cuándo te encuentres en una situación de altísima presión como lo es una competencia deportiva.  

Este mecanismo de gestión permite encontrar un estado óptimo interno independientemente de cómo serán los sucesos del exterior. Estamos acostumbrados a vivir en un contexto oscilante entre situaciones “buenas” y “malas” e intentamos, inconscientemente, imitar esas tendencias a partir de nuestras emociones y pensamientos.

Cometo un error, me siento mal.

Meto un gol, me siento bien.

Según Moawad, el pensamiento neutral es una estrategia de alto rendimiento que enfatiza en el pensamiento sin juicio en situaciones de crisis y alta presión.

Sin juicio significa sin etiqueta. Bueno y malo son etiquetas. 

Cuando algo pasa, si decides tener un pensamiento neutral, simplemente sigues adelante.

El pensamiento neutral significa aceptar el resultado de una situación, independientemente de la interpretación que hagas del mismo. 

Pensar en algo que difiere de nuestras expectativas puede causar emociones como la frustración y por eso, la aceptación adquiere un rol clave en la práctica del pensamiento neutral. 

Esta estrategia de pensamiento permite no enfocarse en resultados y consecuencias que exceden el control del deportista y ayuda a tomar decisiones en el momento presente, momento en el que suceden las cosas y dónde la siguiente acción requiere el foco atencional. 

A los deportistas, este enfoque les permite pensar rápido, pasar página tras los errores y tomar mejores decisiones para la siguiente ejecución. Esto es lo que requiere el alto rendimiento. 

El pensamiento neutral es un método de pensamiento basado en la verdad y los comportamientos, es decir, busca enfocarse en los hechos tal cual son, sin necesidad de juzgarlos o valorarlos para luego pasar a la acción directamente.

Ni negativo, ni positivo

Lo novedoso de esta herramienta no es el hecho de alejarse rápidamente de pensamientos negativos, sino más bien de tampoco estancarse en la positividad, lo que puede representar una trampa inesperada.

La positividad puede ser peligrosa. 

Con esto no quiero decir que es importante ser optimista y confiar en uno mismo. Alejarse de lo negativo lo antes posible es fundamental, sin embargo encontramos una parada intermedia que puede ser mucho más beneficiosa.

El pensamiento positivo puede ser potencialmente negativo porque aún teniéndolo, si las cosas no salen como se planean, puede tirar abajo toda la expectativa construida, o bien empezar a poner en tela de juicio la propia manera de afrontar la situación.

El enfoque de Moawad explica que los movimientos para las ejecuciones técnicas de los deportistas ya están almacenados en la memoria muscular del deportista y no necesita una emoción para llevarlos a cabo, simplemente estando en neutral puede hacer el movimiento de manera óptima. Además, el intento de contrarrestar una emoción o potenciar otra deliberadamente en plena competencia puede llevar a una “confusión emocional”.

¿Cómo puedes pasar de la frustración al entusiasmo en un abrir y cerrar de ojos?

Suena bien. Nada más.

Obviamente que pensar en negativo no va a llevar a ningún buen puerto, pero sí sabemos que minimizando este comportamiento, se puede rendir mejor. 

Esta práctica se puede llevar a cabo a partir del poder de la palabra. El auto – habla puede ser efectivo para utilizar las narrativas que más posibilidades abran en el momento en que más se necesita. 

Por eso, el pensamiento neutral requiere aceptar lo sucedido y alejarse de la negatividad, sin necesidad de esforzarse mentalmente para decirse cosas que quizás ni uno mismo cree

¿Cómo opera el pensamiento neutral?

El enfoque de pensamiento neutral opera en tres niveles: 

  1. Comportamientos
  2. Mentalidad
  3. Lenguaje

El lenguaje es la base de todo, y a partir de ahí se crean patrones de pensamiento que forman la mentalidad. Los comportamientos son el resultado de la manera de pensar. 

Según este autor, el estrés de un ambiente competitivo crea emociones que tienen la capacidad de “nublar” las habilidades para desempeñarse de manera óptima. A medida que el deportista presta atención a sus emociones durante la competencia, se aleja de las capacidades adquiridas. 

Esto es relativo según mi parecer porque para aplicar el pensamiento neutral es necesario aprender a identificar emociones, sin embargo, el enfoque hace referencia a no apegarse a las emociones, las cuáles en principio no son necesarias para ejecutar de manera correcta. 

Por último, al tener la capacidad de separar las emociones del lenguaje, mentalidad y comportamientos, el atleta va a tener la capacidad de tomar mejores decisiones.

Como sugiere la famosa frase: «No prometas cuando estés feliz, no respondas cuando estés enfadado y tampoco decidas cuando estés triste»

Una secuencia de pensamiento neutral

A continuación voy a describir una secuencia de pensamiento neutral. 

  1. Salir rápido de la negatividad: 

Ante un error o clima de alta presión, más que pretender evitar los pensamientos negativos o disfuncionales, es importante anticipar la velocidad de respuesta para salir de allí.

  1. Ponerse en “neutro”:

Practicar la aceptación radical. Lo que pasó, pasó. Separar la emoción del hecho. Eso sí, no esforzarse por ser positivo. Simplemente, ser. 

  1. Liberar el potencial físico: 

Según Moawad, al tener la mente clara y libre de confusiones emocionales, es más fácil simplemente dejar fluir los comportamientos, hábitos y ejecuciones aprendidos día tras día.

  1. Expresarse verbalmente:

Esta etapa me resulta muy interesante. Expresarse, sobre todo en voz alta, puede tener un impacto mucho mayor en la situación. Quizás a veces sea difícil controlar las voces internas, pero se tiene mucho más control sobre lo que se puede expresar, ya sea para uno mismo o para los compañeros. El hecho de verbalizar permitiría mantener el punto neutro de manera más efectiva. 

  1. Saber qué hacer

En este paso, simplemente es hacer lo que hay que hacer. Esto va a depender de las acciones que cada uno tenga que realizar o de las metas de rendimiento individual. 

Dentro de todo este proceso, que sucede en segundos, lo más importante es ser capaz de aceptar la realidad, observando los hechos reales y enfocándose en el momento presente. 

Ponerse en punto neutro es hacer un “switch” y no requiere el esfuerzo que toma volcarse al pensamiento positivo. Una vez en estado neutral, es fundamental tomar decisiones en base a lo que está sucediendo y actuar. 

Formas prácticas de hacer el cambio a neutro

En este apartado me pareció interesante dejar tres claves o señales para poder alcanzar mucho más rápidamente el estado de pensamiento neutral en una situación en la que se requiera.

  1. Hacerse preguntas

¿Qué significa la situación en la que estoy ahora?

¿Qué puedo hacer ahora mismo para mejorarla? 

¿Qué requiere de mí esta situación?

  1. Respiración

Todos los deportistas de alto rendimiento deberían dominar técnicas de respiración que favorezcan su “reseteo” mental. 

Esta herramienta fisiológica por excelencia, utilizada conscientemente, permite mantener la calma, generar un espacio entre estímulo-respuesta y tomar mejores decisiones. 

  1. Anclaje

El anclaje es una asociación que se practica identificando un disparador (por ejemplo, un estímulo visual) y conectándolo con un estado mental. 

Esta herramienta debe ser entrenada una y otra vez para lograr que la asociación se produzca de manera efectiva y real en la mente. 

Siguiendo con el ejemplo, el deportista puede trabajar asociando una muñequera a este estado de pensamiento neutral, por lo que cada vez que necesite re-enfocarse con el momento presente, será de gran utilidad mirar este objeto, activando así la asociación entrenada. 

Algunas frases interesantes de Trevor Moawad