Andrés Bale

EL HAKA Y LA IMPORTANCIA DE TENER RITUALES EN LA COMPETENCIA 

Si no viste nunca un HAKA, deja de leer. Prefiero que vayas a Youtube y te pongas en contexto. Eso sí, te hago una apuesta: si no se te pone la piel de gallina viéndolo, te debo un café. 

Aquí te dejo un enlace para disfrutar de algunos de los más emblemáticos:

El haka es una danza guerrera maorí que se popularizó en el mundo del deporte a partir de la utilización como precompetitivo por parte del equipo de rugby neozelandés: los famosos All Blacks.

Esta danza consiste básicamente en recitar con fuerza frases poderosas que ayudan a los jugadores – y al equipo en su conjunto – a conectarse con sus raíces, sus valores y la confianza en sí mismo mientras dan violentos golpes al piso con los pies, sacan la lengua de manera efusiva y emiten sonidos musicales dando palmadas en su cuerpo.  

Gente de todo el mundo va al estadio a ver el HAKA. Los rivales generalmente pierden el partido antes de jugarlo cuando son intimidados al enfrentarse a éstos guerreros. Y, principalmente, los jugadores neozelandeses se auto sintonizan con lo que viene por delante: una batalla épica.

Éste es el ritual de los All Blacks y todo atleta debería aprender de ello si quiere mejorar su performance en el campo de juego. 

¿Qué son los rituales pre competencia? 

Los rituales deportivos son protocolos estereotipados de actuación que, realizados de manera sostenida y repetida en el tiempo, pueden sintonizarte con tu estado óptimo de competencia.


El ritual precompetitivo nunca va a garantizar la victoria, sin embargo puede representar un mayor control sobre tu performance. 

No hace falta que grites o pongas cara de loco, el ritual puede representar para ti individualmente o para tu equipo en su conjunto, una serie de acciones que les permite conectarse con su mejor versión en el momento en donde los nervios suelen estar en su punto más álgido.

Olvídate de la superstición 

Un ritual no está representado por actos esporádicos de superstición, sino que son hábitos y conductas con un sentido, con una intención, que conectan al deportista con el estar siendo que necesita para lograr los resultados que desea

Un ritual visto desde el enfoque del alto rendimiento no representa utilizar el mismo pantalón o comer un helado antes de competir. Esas pueden ser cábalas, y están bien, como el famoso short de Michael Jordan. Sin embargo, no es a lo que se refiere este artículo.

El ritual debe estar programado y ejecutado como el HAKA, que está minuciosamente estipulado. Por ejemplo, hace unos años tuvieron que cambiar los versos para adaptarse a la nueva cultura del equipo en la medida de que fijianos, samoanos y otras nacionalidades maoríes se fueron implicando en el rugby de Nueva Zelanda. El ritual fue mutando hasta acoplarse como el mejor sintonizador para la competencia.

Dicho esto, queda claro de que cada ritual será especial para cada deportista, teniendo en cuenta de que cada persona es diferente, y se estimula de distintas maneras. 

Más adelante entenderás la importancia de crear tus rituales y trabajar en forma individual para adoptar los estímulos que más te favorezcan.

Por supuesto que un ritual no garantizará ningún resultado, sino simplemente es la manera en que el deportista se puede poner en sintonía para comenzar.

¿En qué puede ser útil realizar un ritual pre competitivo?

Realizar rituales puede tener múltiples impactos, ya sea a niveles individuales, grupales o incluso de contexto, como es el caso de los rivales que tienen los All Blacks. 

Algunos de las áreas en las que más pueden impactar son: 

  • Rendimiento y foco atencional
  • Creencias y pensamientos
  • Neurotransmisores
  • Activación (arousal)

Rendimiento y foco atencional 

A pesar de que puede decirse que no hay un beneficio externo visible y directo, los rituales pueden generar ventajas psicológicas que repercuten en el rendimiento para el deportista que lo realice. 

Algunos de los beneficios de crear rituales poderosos para afrontar la competición es reducir la incertidumbre, es decir, el hecho de no saber lo que va a pasar. En la medida de lo posible,  se enfoca la competición de forma que el atleta tenga el control de la situación o, al menos, sepa qué abanico de situaciones o sucesos pueden ocurrir con más probabilidad y, de este modo, pueda tener preparada una actuación de antemano.

Otra de las cuestiones a tener en cuenta es que el ritual ayuda a enfocar la atención en la propia ejecución técnica y táctica, prescindiendo de otros estímulos que generan distracción, como el público o el árbitro. 

También sirven para incrementar la concentración en los momentos de mayor demanda de precisión; por ejemplo: a la hora de patear un penal en el fútbol o una ejecución específica en algún deporte cerrado. 

Otro de los importantes resultados que pueden tener estos actos repetitivos e intencionados puede ser distraer la atención respecto a la fatiga o al dolor, lo que permite al deportista centrarse en sus fortalezas. 

Creencias y pensamientos 

Otros de los poderosos beneficios de tener un ritual es potenciar nuestro estar siendo a través de nuestros propios pensamientos. Está demostrado que nuestros pensamientos pueden ser nuestro propio placebo, es decir que cuando creemos intencionadamente en algo, esto nos predispone mentalmente de la manera que deseamos. 

El cerebro no sabe la diferencia entre una imagen real y una inventada, entonces sabiendo esto resulta clave poder crear imágenes que nos abran posibilidades. Esto me hace recordar la frase de Henry Ford que dice: ya sea que crees que puedes o que no puedes, estás en lo cierto. Todo depende de lo que creamos.

En ese sentido, el ritual lo que hace es solidificar esa creencia en el momento que lo necesitamos. Realizaremos una especie de condicionamiento por repetición, como el famoso experimento con los perros del Dr. Pavlov. 

El ritual busca conectarte con la experiencia y que vos seas tu propio placebo. Si sigues repitiendo el proceso, se genera una respuesta automática interna, un anclaje. Por ese motivo es tan importante que el ritual esté generado específicamente para el atleta, contemplando los anclajes que mejor le sienten.

Cuando a cualquier creencia le das un significado se convierte en algo más potente. Le añades intención. Cuando le añades intención, tu mente recrea a través de imágenes visuales y puede conectarse con las emociones del futuro y recrearlas en el presente.  

Cuando más crees en algo, y lo repites una y otra vez, puedes generar un efecto placebo, en donde el estímulo es interno, es tu propia mente. 

A su vez, cuando logras esto a través del ritual, no solo se queda en algo inmaterial como un pensamiento, sino que se producen neurotransmisores que deciden apoyar un nuevo comportamiento, siendo cada vez más simple inducir este estado para la competición.

Neurotransmisores 

Siguiendo con la línea anterior, podrás convertirte en tu propio alquimista si decides realizar un ritual competitivo. 

Convertir lo inmaterial (pensamiento) en material(neurotransmisores) es uno de los procesos, en mi opinión, más fascinantes del cuerpo humano.

La dopamina te servirá para mantenerte motivado antes de comenzar el encuentro y durante el mismo. Este neurotransmisor está relacionado con la anticipación a una recompensa y la motivación.

La acetilcolina cumplirá la función de excitarte para jugar y te alineará con la persecución de tus objetivos.


En cuanto al disfrute, indispensable para cualquier deportista, el incremento de serotonina en tu cuerpo te garantizará pasar un buen rato, incluso si no te encuentras en tu mejor momento.


Por último, si decides crear un ritual con tus compañeros de equipo si es el caso, contarás con una increíble dosis de oxitocina: este neurotransmisor, llamado “del amor”, potencia las relaciones interpersonales y fortalece el sentido de pertenencia. 

Imagino que a los jugadores All Black les sube la oxitocina a niveles estratosféricos luego de hacer el HAKA y conectarse con su identidad maorí que excede cualquier tipo de relación deportiva.

Activación o arousal 

En cuanto a la activación o arousal podemos decir que esta serie de conductas encadenadas y repetitivas pueden servir para inducir el estado óptimo mental y fisiológico del atleta, en donde se puede ajustar el grado de agitación psicomotriz. 

Esto también refuerza por qué cada ritual debe estar adaptado a cada tipo de deporte y a cada individuo si es necesario. No es casual que el Haka se realice antes de un partido de rugby. Si lo realizara el equipo de nado sincronizado antes de competir seguramente crearía un nivel de activación por encima del nivel óptimo de arousal, generando una sobre energía que desencadenaría seguramente en inadecuados movimientos técnicos. 

Otro ejemplo conocido y claro para determinar la importancia de los mismos, es el del gimnasta inglés Tom Daley que se hizo famoso en los JJOO de Tokio al ponerse a tejer previo a la competencia, declarando que esta actividad lo inducía en un estado óptimo de calma y reducción del estrés. 

(Yo creo que si eres rugbier y te pones a tejer en el vestuario, van a pasarte los rivales por arriba)

¿Cómo puedes crear tu propio ritual? 

Para crear rituales debes conectarte con la creatividad y conocer cuáles son las imágenes, sonidos y palabras que te conectan con todo tu potencial. También pueden ser movimientos o sensaciones físicas. 

Para eso, es importante conocerse, aceptarse y entenderse.

Una de las herramientas más potentes para un ritual es la visualización. 

Como dije anteriormente, hacer un ritual exitoso depende de seguir una serie de pasos y procedimientos, en los cuales es importante creer en lo que se va a conseguir, siempre valorando la experiencia desde una perspectiva positiva y de posibilidad

La preparación mental y física es clave, por lo que una relajación para reducir tensiones y bajar la carga mental también será importante dentro de este procedimiento. 

El paso más importante es saber qué ritual elegir. 

Antes de realizarlo, es recomendable examinar bien qué es lo que se quiere conseguir, qué ritual será el más adecuado y conveniente para ello.

Si se va a utilizar un mantra, es mejor anotarlo en un papel y leerlo.

Como ves, es muy personal y depende de que seas capaz de encontrar lo que mejor te funcione en base a tu deporte, tu posición, tus intereses y tu facilidad para entrar en “la zona”

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