Andrés Bale

¿Eres tan bueno como crees? El efecto Dunning-Kruger.

No te asustes. Quizás cuando leíste el título lo primero que pensaste fue en Freddy Krueger, el de las películas de terror, pero es otro. Kruger.

Ahora bien, si no le haces caso a este efecto y puede estar afectándote, probablemente empiece tu propia película de terror.

Siguiendo con la línea de los sesgos cognitivos y cómo las distorsiones en la forma de percibir la realidad impactan concretamente en la vida (y en el rendimiento) de un deportista, te voy a presentar el efecto Dunning – Kruger. 

¿Qué es el efecto Dunning – Kruger?

El efecto Dunning-Kruger es un fenómeno psicológico que describe la tendencia de las personas a sobreestimar sus habilidades o conocimientos en un área determinada.

La persona sobreestima sus habilidades, cuestión que lo lleva a tener un exceso de confianza y tomar malas decisiones, pero a la vez, lo que sucede es que su incompetencia es la que no le permite entender que está sobreestimando su capacidad.

Esta distorsión en la manera de pensar fue nombrado así en honor a los psicólogos sociales David Dunning y Justin Kruger, quienes lo describieron por primera vez en un artículo de investigación en 1999.

¿Cuáles son los motivos por el cuál se manifiesta este sesgo?

Este sesgo cognitivo no solo contempla la sobrestimación de capacidades por parte de personas con bajo desarrollo de esas habilidades, sino que incluye también lo contrario: muchas personas con altas habilidades que subestiman su propia capacidad.

Una de las causas de esta distorsión cognitiva surge a raíz de “no saber lo que no se puede llegar a saber”

Un principiante puede sobreestimar su capacidad debido a que desconoce realmente todo lo que le falta aprender. A su vez, seguramente este principiante no tenga las suficientes experiencias de errores y fracasos como para considerarse por debajo de la media: esta falta de experiencia (y por ende, de resultados) puede llevarlo a una confusión creyendo que tiene más recursos de los que realmente tiene. 

Por el contrario, un deportista con mucha experiencia y capacidad en una ejecución en particular puede suponer que no tiene suficiente nivel como el que realmente tiene y eso lo puede llevar a no hacerlo de la manera en que sí es capaz de hacerlo, víctima de sus propias creencias. Puede ser que tome el riesgo suficiente en una acción por miedo a las consecuencias, sin tener en cuenta que tiene un gran porcentaje de efectividad en ese rubro.

Ejemplos en el mundo del deporte del efecto Dunning Kruger

En el mundo del deporte, el efecto Dunning-Kruger puede ser particularmente perjudicial, ya que lleva a los deportistas a alejarse mentalmente de la realidad y construir su entorno y decisiones en base a un pensamiento sesgado en su propia autoevaluación de sus capacidades. Esto se ve muy claramente en su performance y en los resultados. 

Esta percepción errónea puede llevarlos a tomar riesgos innecesarios, a no entrenar lo suficiente, a subestimar a sus oponentes y también a alterar su rendimiento. 

Por ejemplo, un jugador de baloncesto que ha sido el jugador con más puntos en una liga semi profesional. Llega a una liga profesional y descubre que el nivel de competencia es mucho más alto de lo que esperaba. A pesar de esto, el jugador sigue pensando que es el mejor en su posición y no se esfuerza tanto como debería. Quizás puede utilizar mecanismos de victimización con creencias irracionales alegando que no puede jugar bien debido a sus compañeros, el estado del gimnasio o cualquier otra cosa que lo disipe de aceptar la realidad. 

Por lo general, este sesgo puede ser desvelado de dos maneras:

  • El primero es el más conveniente y se manifiesta siendo consciente de su existencia, aprendiendo constantemente del entorno y de sí mismo, evaluando sus fortalezas y debilidades y, principalmente, siendo realista para luego trabajar en los aspectos que crea conveniente en concordancia con sus objetivos a corto y largo plazo.

  • La segunda manera se revela una vez el deportista se vuelva realmente competente en la habilidad o comportamiento en cuestión. Es decir, una vez adquiere las habilidades que creía que tenía, se da cuenta de que antes no las tenía. Esta manera igualmente puede ser impactante para la persona e idealmente prestará más atención de ahí en adelante.

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Acciones concretas para trabajar en este sesgo

Además de tener el acompañamiento de un profesional que pueda brindarle herramientas para el entrenamiento mental como un mental coach deportivo, algunas de las acciones que puede llevar a cabo un deportista que entiende y registra la existencia del efecto Dunning – Kruger pueden ser alguna de estas:

  • Definir objetivos realistas que sean acordes con el nivel actual. 

  • Desarrollar planes de acción para la adquisición de nuevas habilidades así como también el desarrollo de las existentes.

  • Evaluar constantemente y de manera honesta el rendimiento y cómo es percibido emocionalmente por sí mismo. 

  • Pedir feedback externo con la humildad suficiente para entender que quizás estamos equivocados a la hora de evaluarnos. 

Entonces, ¿tienes tu propia película de terror?

¿Alguna vez reflexionaste sobre la relación entre tus habilidades y la percepción que tienes de las mismas?

Quizás no eres tan bueno como piensas, o por el contrario, quizás eres mejor de lo que crees.

Por lo pronto, ten presente el efecto Dunning-Kruger a la hora de tomar decisiones en tu carrera deportiva.

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