Andrés Bale

La identidad: ¿un arma de doble filo para el deportista?

En mi opinión, la identidad es un arma de doble filo. Encarnarla puede abrir miles de posibilidades o puede ser una mochila llena de piedras.

Puede sonar como un juego de palabras, pero identificarte con tu identidad puede ser tan redundante como peligroso.

En esta reflexión te voy a compartir mi opinión acerca de este tema y por qué influye en la vida de un deportista. 

La identidad es reactiva

La formación de la identidad es en gran parte reactiva. Basta con saber que uno no elige ni su propio nombre para darse cuenta.

Naces en un lugar, en una familia, en una comunidad, con un nombre…

¡Que no eliges y que debe acompañarte por el resto de tu vida!

En fin, la identidad se forma en gran parte por imposición y en otra parte por experiencias de vida.

Saber esto es interesante por dos motivos:

Por un lado, saber que mucho de lo que eres te fue impuesto, te permite empezar a cuestionar tus verdades absolutas, lo que se traduce en nuevos horizontes de evolución, autoconocimiento y crecimiento. 

Por otro lado, ya sabes que tienes la oportunidad de crear tu propia identidad. Así es, sabiendo que las experiencias de tu vida la moldean, puedes empezar a acercarte a quién quieres ser realmente

Elegir tus hábitos, tu entorno, tus vínculos o lo que comes puede influir en tu identidad.

Para mi la identidad es un arma de doble filo porque en nombre de ella se han hecho acciones tanto hermosas y bondadosas como terribles y sangrientas.

Identidad y deporte

El deportista, en su mente, va creando su propio autoesquema y su identidad.

El autoesquema está dado por los pensamientos y emociones relacionadas a nosotros mismos y cómo nos comportamos, mientras que la identidad viene dada cuando la persona se identifica con esos pensamientos y emociones.

Entonces, aquí es cuando la identidad empieza a tener impacto en el rendimiento del deportista.

El deportista a lo largo de su carrera deportiva, e impulsado por su dominio personal, va creando y moldeando su propia identidad deportiva, incluyendo todas sus experiencias, sus resultados, también aquello que le fue impuesto – aunque no sea consciente de ello – y por último, con la identificación con sus ideas acerca de sí mismo.

La identidad también se va formando por cómo uno percibe que es percibido por el otro, por lo tanto, cada experiencia puede formar parte de una identidad deportiva.

Queda en el protagonista ser capaz de discernir y elegir qué aspectos van a ser más útiles y funcionales para anexar en su “estar siendo”.

El peligro de no ser consciente

Cuando no eres consciente de tu identidad ni de lo que implica, puede pasarte como al “Caballero de la armadura oxidada”.

Este libro de Robert Fisher cuenta la historia de un caballero que estaba tan identificado con lo que hacía que la armadura se le oxidó y no podía sacársela, afectando su vida personal y la de su familia.

Para lograrlo, tuvo que hacer un viaje de autoconocimiento en el que aprendió la importancia del ser por delante del hacer. 

Ser consciente de que la identidad es un ente flexible y adaptable es clave para poder crear tu propio personaje y no ser víctima de aquello con lo que te identificas. 

Si no quieres que tu piel se convierta en tu propia cárcel, debes ser consciente de esto y prestar atención a tu identidad, cómo la encarnas, en qué te limita y en qué te beneficia. 

Flow e identidad

Conocido es el concepto de flow, desarrollado por el psicólogo Mihály Csíkszentmihályi, el cuál describe la experiencia óptima de performance, en la cual la persona se encuentra totalmente inmersa y enfocada en la actividad, encontrando el disfrute por el mero hecho de llevarla a cabo (experiencia autotélica). 

Me pareció muy interesante entender que el estado de flow se manifiesta cuando el estado de autoconciencia es nulo, cuando la pérdida del “yo” toma lugar. 

Para que el flow aparezca, para que el estado mental más alto sea protagonista, el ego debe desaparecer, la identidad debe desaparecer. 

Paradójicamente, debes olvidarte de quién eres para revelar quien realmente eres. 

Para poner toda la atención en la tarea debes olvidar tu identidad. 

Punto. 

El primer deportista que escuche hablar sobre este tema fue el gran jugador y leyenda del rugby Jonny Wilkinson en una entrevista que le hizo Steven Bartlett en su podcast: The Diary Of A Ceo. 

A continuación te comparto unas frases que tomé de esa conversación relacionadas a la identidad y el estado de flow. 

  • “Cuando estoy en la zona no tengo identidad. No hay «yo haciendo»

  • “A medida que sacaba los límites de mi identidad, más creativo me volvía”.

  • “Pase de querer ser el mejor, a querer ser lo mejor que podía dar, a querer ser todo lo que podía dar”.

  • «Quien soy es como me relaciono con el ahora»

Espero que esta reflexión te ayude a pensar en quién eres y en quién quieres ser, en cómo tu identidad puede estar ayudándote o cómo puede estar limitándote.

Esta es mi forma de ver la identidad. ¿Cuál es la tuya?

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