Dejar a las personas en un lugar mejor del que las encontré. Ese es mi juego, esa es mi manera de ganar.
Los juegos no son sólo para los niños y existe una teoría del mundo de las matemáticas y la economía que explica el motivo por el cual casi todas las decisiones que tomamos tienen un componente lúdico.
Este modelo se aplicó en diferentes campos de estudio y tomó gran popularidad en el aspecto de estrategia militar. Lamentablemente, la mayoría de las personas en el mundo no tienen en cuenta el poder de esta teoría y eso limita las posibilidades de crecimiento.
Si sos deportista, sigue leyendo. Este enfoque puede serte de mucha utilidad, te lo aseguro.
En este artículo te voy explicar qué es la teoría de juegos y porqué sin darte cuenta quizás no estás creando los mejores resultados en tu carrera.
La teoría de juegos
Como toda teoría, como todo modelo, supone una serie de postulados y explicaciones muy complejas y en este artículo vamos a profundizar sobre sólo uno de ellos.
Esta teoría nace a partir de la observación de los comportamientos durante conflictos y establece que para la resolución de los mismos siempre se involucra la toma de decisiones de sus participantes.
El postulado del que voy a hablarte es el que explica los juegos de suma cero y los de suma negativa o positiva.
Juegos de suma cero
Un juego de suma cero es aquel en que los beneficios totales de los resultados que otorga el juego siempre dan como resultado cero. La persona que resulta “ganadora” obtiene un beneficio similar a la “pérdida” del rival en cuestión.
Es decir, yo gano y tú pierdes. Deportes como el tenis o el ajedrez, son juegos de suma cero. Para que yo gane tu tienes que perder y viceversa.
Claramente, un juego de suma cero puede darse entre dos compañeros de equipo que compiten para ver quién hace más goles. Seguramente estén inmersos en un juego de suma cero, ya que la capacidad de hacer gol de un jugador implica la incapacidad de que su compañero lo haga y viceversa. Cada jugador sólo estará pendiente de marcar su propio gol, omitiendo que están creando un juego de suma cero para su equipo.
Por otro lado, este concepto supone la creación de múltiples creencias limitantes ya que muchas veces creemos que no tenemos algo simplemente porque otro si lo tiene, perdiendo de vista que quizás ambos podríamos tenerlo.
Juegos de suma negativa
El juego de suma negativa implica que ambas partes pierden, siendo el resultado total de la relación un número negativo.
El ejemplo más claro de este tipo de juego es la guerra. Nadie gana, ambos pierden. Vidas, recursos, tiempo….
Es imposible que en ese caso alguien siquiera pueda ganar en detrimento del otro: éste juego siempre da pérdida.
En el caso de los jugadores de fútbol, podría decirse que muy fácilmente estarán jugando un juego de suma negativa cuando ninguno de los dos haga goles y, en su supuesto objetivo de ser los mejores goleadores, ambos se queden sin nada. Y peor, dejen al equipo sin marcar viciados por su propio egocentrismo.
El juego de suma positiva
Como ya te imaginarás, el juego de suma positiva es aquel en que todas las partes ganan.
En un juego de suma positiva no se busca repartir la torta sino agrandarla.
¿Cómo puedo crecer y ser mejor a partir de ayudar al otro a ser mejor? Ten en cuenta que también serás beneficiado por los otros si juegan tú mismo juego.
En una negociación exitosa se puede lograr este juego. Lo mismo en el ejemplo de fútbol.
Si ambos jugadores no sólo buscan hacer gol cuando están mejor posicionados sino que a partir de buenas asistencias buscan que el compañero haga goles, el resultado y beneficio del juego estará determinado por una mejora WIN – WIN – WIN (ambos jugadores y el equipo en sí mismo)
Aportar valor al otro para aumentar mi valor intrínseco es una decisión muy acertada ya que permite mirar desde otro ángulo las relaciones y permite posicionarte por fuera de cualquier conflicto.
Siempre se puede buscar un resultado positivo para las partes.
¿Qué juego estás jugando?
La mayoría de veces, los deportistas se centran en juegos de suma cero o negativa.
Piensan en sí mismos y entienden sus decisiones en “si vos ganas yo pierdo”. Por eso. cuando tienen la posibilidad de ser los mejores a costa de otros, lo hacen.
Si ves a los mejores de la historia, siempre han jugado juegos de suma positiva.
Atención: ésto no quiere decir que no hayan sido individualistas o se hayan llevado los mejores premios. Quiere decir que siempre se han apoyado en sus compañeros para serlo y además han mejorado su entorno.
Los compañeros de los mejores siempre salen beneficiados. Se convierten en mejores jugadores y hacen brillar al que se destaca. Y, como premio supremo, logran ganar con su equipo. Triple WIN.
Un ejemplo práctico sería Steve Kerr, un jugador de los Chicago Bulls que catapultó su carrera siendo lo suficientemente inteligente como para entender y dominar el arte de jugar al lado del inigualable Michael Jordan.
Los jugadores que más se destacan se convierten en su mejor versión cuando se revelan como líderes transformacionales que aportando valor a sus compañeros logran manifestar y relucir todo su potencial.
A algunos les ha costado más entenderlo, pero cuando lo vieron, su crecimiento fue exponencial.
¿Qué juego estás jugando con tus compañeros de equipo?
¿Qué juego estás jugando con tu entrenador?
El juego con el rival
¿Cómo puedes ver al rival de una manera que permita que no sea un juego de suma cero?
Esta última pregunta puede parecer polémica, pero entendiendo que siempre hay algo que puedo ganar, que me pueda hacer crecer, se le puede sacar el jugo a cualquier experiencia.
Tu rival te hace mejor jugador si lo sabes aprovechar. El escollo que tienes delante puede hacerte crecer.
Por eso Nadal extraña a Federar cuando se retira. Porque Federer es parte de Nadal. Esa rivalidad los hizo crecer a los dos y si uno no hubiera estado, seguramente el otro no hubiese tocado umbrales tan profundos de dolor y de gloria.
Ver al rival como un catalizador de tu propio rendimiento. Eso es un juego de suma positiva nivel supremo.
Me recuerda a la escena final de la película RUSH, dónde Niki Lauda y James Hunt comparten una conversación hablando de esto mismo en sus carreras de F1.
“Un sabio aprende más de sus enemigos, que un tonto de sus amigos”
Es hora de buscar puntos en común y no tantas diferencias.
Jugar un juego de suma positiva te puede llevar un escalón más arriba.