Establecer objetivos claros es una habilidad fundamental a la hora de lograr éxitos deportivos. Cualquier atleta que has visto desarrollar una carrera deportiva exitosa ha podido diseñar minuciosa y estratégicamente el camino que lo llevó hacia donde se encuentran en este momento. 

El diseño de objetivos es una habilidad mental

Lo es simplemente porque tenerlos claros permite saber hacia dónde nos dirigimos, acompañándonos en nuestro foco atencional: saber decir que NO a las distracciones. 

También, tener objetivos claros permite ser consciente del lugar en el que estás actualmente y saber cuál es el próximo paso: están orientados a la acción. 

Si no tienes claro hacia dónde vas y qué tienes que hacer para llegar allí, seguramente te pierdas por el camino. 

Si hablamos de foco, dirección y consciencia estamos hablando de una habilidad mental. Como tal, se puede desarrollar y entrenar. 

Para tener claridad en los objetivos, es necesario tener en consideración algunas cuestiones. 

Siempre se escucha al inicio de la temporada: “El objetivo es ser campeón”. 

Ese es un objetivo de resultado, y valga la redundancia, se dará cómo resultado de otras variables. 

Otras variables del cuál tienes más control, a diferencia de ser campeón, sobre lo cual claramente no lo tienes. 

Existen otros tipos de objetivos importantes, dependiendo tu deporte como por ejemplo los objetivos intrapersonales o interpersonales. 

Principalmente en este artículo te voy a explicar qué son los objetivos de rendimiento y por qué tienen una gran relevancia en tu desarrollo profesional. 

No tenerlos en cuenta es el motivo principal por el cuál no estás logrando tus objetivos de resultado.

Como te comentaba, éstos objetivos apuntan a las habilidades necesarias y no a las consecuencias de las mismas. 

Es decir, si tu objetivo de resultado es ganar el torneo, esa sería una consecuencia de muchas otras decisiones y acciones llevadas a cabo.

Quizás para ganar el torneo tengas que mejorar tus pases, afinar tu disparo o  ser más asertivo en la comunicación con tu entrenador.

Un objetivo de rendimiento se enfoca en el proceso, en el camino que te va a llevar al resultado deseado.

Esta es la manera de registrar y medir lo que se dice cómo: “céntrate en el proceso, no en el resultado” 

Para bajar a tierra esa frase que a veces parece demasiado espiritual, utilizamos estos objetivos. Los objetivos de rendimiento son las acciones que te van a llevar al resultado. 

¿Querés hacer más goles o querés mejorar tu toma de decisiones, precisión y velocidad para poder hacerlos? 

De ésto se trata, y es la manera en que los grandes atletas lo hacen. 

Puedes diseñar objetivos técnicos, tácticos, físicos y mentales. 

De hecho, necesitas de todos hechos para lograr tu objetivo de resultado. 

Cabe destacar que el efectivo diseño de objetivos de rendimiento permite desapegarse del resultado y lograr una mejora continua a pesar del contexto. Puedes no ganar – repito, no está bajo tu control incluso trabajando con éstos objetivos – pero serás mejor atleta y persona si te los trabajas.

Habrás dado todo de ti y eso es una victoria per se

Dada la importancia de tener objetivos de rendimiento, aquí te explico 4 beneficios de enfocarte en ellos de manera consciente.

¿En qué te beneficia diseñar objetivos de rendimiento? 

Atención en lo propio y refuerzo de conductas

Piensa que si solo tienes como objetivo ganar, esto no depende solo de ti, sino también del rival. Ganar no está bajo tu control, pero tu juego si. 

Al centrarte en lo propio, dejarás de mirar constantemente el afuera, te centrarás en tu rendimiento, lo que a la vez te genera gratificaciones más constantes y recurrentes que cuando solo te enfocas en un objetivo final. 

Al poner tu foco de atención en tu propio rendimiento lograrás mejorar habilidades, incorporar nuevas y ser un deportista más completo. Vas a crecer. 

Motivación y autoconfianza

Al tener claro este tipo de objetivos, empezarás a enfocarte en la mejora continua y podrás disfrutar de pequeños logros, en diversas áreas involucradas en tu juego.

Cuando te centras en tu rendimiento y no en el resultado, tu atención se  enfoca en tí mismo, lo que aumenta tu autoconfianza y la adhesión a la tarea que estás realizando, retroalimentando tu motivación con respecto a los objetivos de resultado

A veces sucede que el objetivo se aleja, estás a mitad de tabla y ya te das por vencido porqué tu motivación es externa y se basa en ganar. 

Cuando utilizas objetivos de rendimiento puedes ir último en la tabla y así seguir sintiéndote motivado viendo los avances que llevas midiendo en los últimos meses. Quizás pienses ya en preparar la siguiente temporada y demostrar tu crecimiento.

Será mucho más fácil ir a entrenar sabiendo que solo debes enfocarte en una habilidad concreta en ese momento específico, dejando de pensar que pasaría si me cruzo con el rival más temido.

Valoración realista y establecimiento de contingencias

Estos objetivos ayudan a valorar de manera más efectiva si tus objetivos de resultados son realistas o no. Permiten además dilucidar si una actuación fue positiva o no, independientemente de cuál haya sido el resultado. 

Permite ser realista porque quizás te planteaste llegar a la NBA en 3 años, pero cuando te pones a ver qué cualidades necesitas para llegar te das cuenta que el objetivo no es realista. 

Puede que enfocarte en este tipo de objetivos te ayude a consolidarte en la liga para la cuál estás preparado y redefinir cómo quieres dar el salto en tu carrera de una manera más coherente. 

De igual manera, vas a incorporar nuevas perspectivas posibilitantes al centrarte en tu propio rendimiento y no en el resultado. 

Por ejemplo, perdiste el partido, sin embargo lograste tu objetivo de saques efectivos. La derrota no impactará en el análisis de tu rendimiento, como suele suceder en norma general. 

Muchas veces se asocia el resultado al rendimiento y al valor propio. 

Nada de ésto tiene sentido. Puedes perder teniendo un rendimiento excelente o puedes ganar siendo pésimo. 

De todas maneras, ninguna de estas variables te define como atleta o persona. 

A su vez, sabiendo esto, tendrás posibilidades de establecer planes de contingencia para cuando las cosas no salgan como estaban planeadas. 

Centrarte en la mejora continua de tus habilidades te otorgará flexibilidad cognitiva para la toma de decisiones. 

Evaluación

Teniendo en cuenta los tres puntos anteriores, el último beneficio de establecer objetivos de rendimiento es la posibilidad de la evaluación y feedback para retroalimentar el proceso.

¿Qué hice?

¿Cómo lo hice?

¿Qué necesito mejorar? 

El  resultado como fuente principal de motivación tiene a su vez un impacto directo en tu emocionalidad

Si solo tienes como objetivo ganar un torneo y no lo logras, probablemente sólo sientas frustración y no puedas sacar nada positivo de esa experiencia. 

Los objetivos de rendimiento entregan un enfoque de posibilidades ya que siempre otorgan un escenario de aprendizaje y mejora continua. 

¿Ya tienes objetivos de rendimiento?