Andrés Bale

Debate: ¿Puede un gran jugador empeorar un equipo?

Escuchando a Adam Grant, un psicólogo organizacional muy interesante, surgió este interrogante que abre un debate sobre si un gran jugador puede empeorar un equipo o no. 

La primera impresión que uno puede tener es que un gran jugador siempre va a mejorar a un equipo.

¿Acaso no es ese el motivo por el cual lo incorporan en su plantilla?

Por otro lado, retrocediendo un poco más en el análisis del caso, surge también la pregunta de qué es lo que hace a un jugador ser un gran jugador. 

A partir de estos interrogantes, este psicólogo puso el caso de Cristiano Ronaldo y unas estadísticas en las que decía que todos los equipos en los cuales Cristiano Ronaldo jugó después del Real Madrid disminuyeron notoriamente su performance y resultados.

A un nivel menos medible, pero no menos importante también hubieron problemas a partir de su llegada a los clubes. Por ejemplo, conductas inapropiadas como irse en el entretiempo cuando era suplente, gestos obsernos o discusiones con entrenador y compañeros de equipo.

Me parece un debate para destacar, teniendo en cuenta que Cristiano Ronaldo es, sin duda, un gran ejemplo de deportista y que ha conseguido muchísimos logros en su carrera, principalmente soportado por una mentalidad top.

A partir de esta pregunta y el análisis particular en Ronaldo surgen estos interrogantes:

¿Cómo impactan las personalidades egocéntricas en un equipo (un jugador self-centered)?

¿Qué pasa cuando alguien quiere tomar más de lo que da en un sistema de equipo?

Un equipo está conformado por individualidades y roles. Para que el equipo funcione debe haber una buena comunicación y vínculos sanos entre sus miembros, aunque conocidos son los casos en que el ambiente no destaca y sin embargo se consiguen los resultados. 

Un jugador que solo piensa en sí mismo y pide más de lo que da, es posible que interfiera en el correcto funcionamiento del equipo, el cual trasciende el resultado e incluye, entre otras cosas, el bienestar mental de todos los miembros. 

La persona que esté centrada en sí misma dentro de un sistema de equipo, además está perjudicando a sí misma porque aportando al conjunto y sirviendo al resto de sus compañeros en su mejora y rendimiento, puede también apalancar su propia performance. 

Aquí surge otro interrogante acerca de qué tan cierto es que mejorando a mis compañeros puedo mejorar yo.

Un ejemplo que responde a esta pregunta es el de Michael Jordan.

Steve Kerr, histórico jugador de «banquillo» de los Chicago Bulls, compañero de Jordan y actual entrenador NBA comentó en varias oportunidades como Michael Jordan mejoraba a sus compañeros constantemente elevando la vara y así se retroalimentan para lucirse y ser realmente el mejor.

Jordán puede haber tenido rasgos de jugador egocéntrico y marcar 50 puntos por partido pero el enfoque es diferente cuando solo se trata de eso, que cuando usas tu talento para potenciar un grupo y mejorar a las personas que te acompañan. De hecho, mejorando a tus compañeros seguro vas a recibir más y mejores asistencias.

La idea no es ser el mejor a costa de los demás, sino gracias a los demás. No es lo mismo jugar para alguien que con alguien. Tampoco es lo mismo dar que recibir. Los mejores deportistas siempre dan primero y reciben por duplicado. 

Entender que cuando mejora el conjunto también mejora el individuo es clave para una mentalidad deportiva exitosa. De hecho, lo contrario también pasa. Cuando el equipo se perjudica, también se perjudica el equipo. 

Como dijo Marco Aurelio hace más de 2000 años: “Lo que no conviene a la colmena, no conviene a la abeja”

Volviendo al principio, en el caso de un deporte de equipo, dejo dos preguntas:

¿Qué es lo que hace a un jugador ser un gran jugador?

¿Puede un gran jugador empeorar un equipo?

Comentarios

    Deja un comentario

    Tabla de Contenido
    Compartir
    No pares aquí
    Más para potenciar tu carrera deportia

    ¿Ya descargaste el regalo?