Andrés Bale

Cómo tomar buenas decisiones como un piloto de guerra: el bucle OODA

Jhon Boyd fue un piloto americano de guerra que sirvió en la Guerra de Corea y que revolucionó el mundo de la aviación y de estrategias militares pero principalmente, el de la toma de decisiones en los seres humanos que buscan tener una performance exitosa en un ambiente de presión. 

“40 segundos Boyd” era su apodo ya que era capaz de vencer a sus enemigos en ese tiempo. Para ser un piloto de aviones caza, es necesario tener una capacidad mental de alto rendimiento, ya que cualquier error puede significar la muerte del piloto y de muchas otras personas. 

Boyd se bajó del avión y se convirtió en instructor de las fuerzas armadas para desarrollar un modelo que explique cómo funciona la toma de decisiones en los seres humanos, generando un modelo mental de aprendizaje que luego se extrapolaría a muchas industrias y hoy aquí lo puedo relacionar con la toma de decisiones de un deportista. 

Lo interesante de este modelo, como verás más adelante, es que no sólo influye en el proceso interno de toma de decisiones, sino que permite entender cómo intervenir en el de los contrincantes. 

¿El que decide más rápido gana? Ya veremos.

El bucle OODA

El modelo desarrollado por Boyd se llama OODA ya que se compone de cuatro etapas. Observación (o percepción), Orientación, Decisión y Acción. 

Todas estas etapas no se verán desarrolladas siempre en forma lineal sino que justamente lleva la forma de un bucle, en donde la retroalimentación o feedback es constante

A su vez, el modelo incluye ciertas variables que explican porqué puede variar la orientación en cada persona y cómo tenerlo en cuenta para evitar la menor cantidad de sesgos posibles y tomar las mejores decisiones. Por ejemplo, la herencia genética, la tradición cultural o las experiencias previas van a influir en la decisión que se tome. También la habilidad de analizar y sintetizar la información será muy relevante en la toma de decisión final. 

Wikimedia

A continuación, verás los pasos implicados en el sistema del bucle OOD. Los voy a explicar considerando el ejemplo de un atleta.

Observar 

En este primer paso, el atleta debe recopilar información relevante sobre el entorno en el que se encuentra. Esto puede incluir información sobre el equipo, los oponentes, el clima, las condiciones del campo de juego, incluso sus propias sensaciones.

Al observar, el atleta debe prestar atención a los detalles importantes y descartar lo que no sea relevante. Así y todo, la información sólamente es insuficiente. La persona debe ser capaz de convertir la información en una imagen completa, en un escenario que contemple todo el contexto a su alrededor

Para tomar las mejores decisiones, es imprescindible observar más y mejor. 

Con observar también se hace referencia a la percepción en general con los demás sentidos. 

Orientarse 

Aquí el atleta debe analizar la información recopilada y determinar cómo esta información se relaciona con su objetivo. El objetivo puede ser ganar el partido, obtener la medalla de oro, mejorar su tiempo personal, etc. Al orientarse, el atleta debe tener en cuenta sus recursos y cuáles son las amenazas en el exterior. 

Cómo explicaba anteriormente, esta etapa es muy importante ya que va a ser la generadora de escenarios entre los que se puede tomar una decisión y es fundamental ser lo más objetivo posible al analizar los datos percibidos y evitar los sesgos (cuestión que puede ser imperceptible en segundos)

Según el mismo Boyd, “la orientación no es un estado en el que estás, sino que es un proceso. Siempre estás en orientación”.

Decidir

Una vez que el atleta ha observado y se ha orientado, debe tomar una decisión sobre la mejor manera de alcanzar su objetivo. Esto puede incluir decidir sobre la estrategia de juego, la técnica a utilizar, etc.

Al haber muchas opciones posibles luego del análisis de la información, el atleta simplemente debe ser capaz de tomar una decisión en el mejor tiempo posible. El resultado de la misma se verá en base a la realidad y será el primer eslabón para lograr el feedback que una la actuación con la nueva observación.

Actuar: 

Una vez que el atleta ha tomado una decisión, debe actuar en consecuencia. Esto implica poner en práctica la estrategia elegida o utilizar la técnica seleccionada.

Al actuar, el atleta debe ser flexible y estar preparado para ajustar su enfoque según sea necesario en respuesta a los cambios en el entorno

Así, se retroalimenta el bucle y se vuelve a empezar. 

Teniendo en cuenta el bucle OODA, se puede entrenar la toma de decisiones y establecer un sistema para medir y mejorar constantemente.

¿Velocidad o timing?

El bucle OODA es una gran herramienta porque además de permitirte entender cómo tomas las decisiones, puedes entender cómo funciona la de los demás.

Podría decirse que el que tome la decisión más rápido será el ganador. Al menos, es lo que uno se imagina en un combate aéreo. 

Sin embargo, esto no siempre es así. La velocidad es importante pero no lo es todo. 

La importancia del bucle OODA radica en que conociendo el proceso de toma de decisiones de las personas, es posible diseñar estrategias para confundir al rival, meterse dentro de su propio bucle y así hacerle tomar peores decisiones. Según el artista marcial Bruce Lee, “la velocidad en un puño perderá toda su efectividad a menos que ese puño sea hecho a tiempo”. 

El timing es importante. Postergar o acelerar una acción propia para realizarla en el momento de más debilidad física y mental del rival puede ser demoledor. 

Para entenderlo, es preciso ver lo que juntos crean la velocidad y el timing: el ritmo. 

El bucle OODA tiene como objetivo identificar aquellos pequeños momentos en que el contrincante presenta cierta debilidad y poder realizar acciones que rompan su ritmo y te pongan en una posición de ventaja.

Beneficios del bucle OODA 

Algunos de los beneficios más importantes de aplicar este modelo radica en la capacidad de tomar decisiones más rápidamente, generando certezas en la incertidumbre y convirtiéndose en impredecible para los rivales, llevándolos a la confusión. 

Por ejemplo, reconociendo mi propio patrón de decisión y acción siendo un boxeador, puedo lograr que mi rival se adapte a mis características y en cierto momento dado modificar la velocidad y dirección de los puños. 

Otro de los grandes beneficios es la gran adaptabilidad. Teniendo presente que el ambiente termina influyendo drásticamente en las decisiones que tomamos, se puede desarrollar una inteligencia adaptativa superior que va a permitir sacar ventaja rápidamente de los competidores. 

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