Andrés Bale

Efecto gradiente de meta: Enseñanzas de una rata en un laberinto

¿Te pasó de sentirte desmotivado cuando te ves lejos de tu objetivo? 

¿Hay algo en lo que hayas abandonado antes de tiempo? 

¿Cómo será prepararse para una cita olímpica en la que la única instancia de competencia es en cuatro años?

De las primeras dos preguntas y de la muerte creo que no se salva nadie. La tercera pregunta es una curiosidad personal. 

Ahora bien, ¿por qué hago estas preguntas?

Es normal sentirse motivado por empezar un proyecto con todo el entusiasmo y las ganas, mezcladas con las expectativas que generan pensar el resultado final. 

Después, a medida que el proyecto va avanzando, van apareciendo desafíos y se van implementando recursos, la energía suele empezar a decaer. Ante la falta de gratificación, todo se vuelve cuesta arriba.

Como los nenes cuando se suben al auto en un viaje de dos horas y a los 5 minutos preguntan: ¿falta mucho? Me acuerdo de hacerlo con mi hermano: ¿falta mucho papá? ¿cuándo llegamos? 

La impaciencia por llegar a destino puede hacer que nunca llegues a destino. 

Por otro lado, es muy común de que haya un impulso de energía cuando el objetivo se ve más tangible. Cuando en la ruta dice que falta 150 km no se percibe un especial entusiasmo, ¿pero que pasa con el conductor cuando solo faltan 10km?

En este artículo te voy a contar una teoría de la psicología que explica este fenómeno y cómo utilizarlo en el logro de objetivos. 

EFECTO GRADIENTE DE META

El psicólogo conductual Clark Hull empezó con sus estudios utilizando ratas en laberintos y observando sus comportamientos. Este profesional tenía una particular obsesión con los laberintos y los efectos que estos generaban en los seres vivientes. 

(Hace poco fui a un laberinto pequeño en Barcelona y realmente es un escenario fascinante para observar conductas. Surgen muchas emociones al perderse, dar vueltas en el mismo lugar y sentirse bloqueado)

En uno de los estudios, Clark descubrió que las ratas corrían más rápido al final del laberinto cuando ya estaban cerca de la caja de comida (recompensa) que durante el comienzo del laberinto y principalmente después del bloqueo que supone el momento de estar perdidas. Es decir, las ratas avanzaban más rápido cuando veían posible y cercana su recompensa. A esto se le llamó el Efecto Gradiente de Meta. (Goal Gradient Effect) 

Años después, otros psicólogos tomaron su trabajo y lo extrapolaron al comportamiento humano a través de otros estudios psicológicos. Por ejemplo, en un estudio basado en las conductas de personas que poseían tarjetas de recompensa por consumo de café en una tienda, descubrieron que entre la primera y segunda taza había un 20% más de tiempo que entre la novena y la décima. (Después de la décima taza comprada se regala como premio el café número 11) 

¿EL PROBLEMA ESTÁ EN EL MEDIO?

Una de las grandes conclusiones psicológicas que arrojaron estos estudios es el hecho de que las personas suelen estar más motivadas por cuanto les falta por llegar a su objetivo que por qué tanto han avanzado hasta el momento. 

Este puede ser uno de los problemas disparadores de la desmotivación y también de nunca estar satisfecho, agradecido o disfrutando de lo logrado hasta el momento. 

Siempre el tinte negativo de no haber llegado empaña lo positivo de haber avanzado hasta el lugar actual. La diferencia de mindset entre los que pueden distinguir esto es abismal. 

En los estudios psicológicos en humanos que prosiguieron las bases de Hull también se logró descubrir que al principio de los procesos también hay un “shot” de motivación importante, por lo que el patrón generalizado de conducta sería el de avance rápido-lento-rápido.

Es muy fácil de entender, el principio y el final siempre son atractivos. El medio, no tanto.

Imagina un crucero que sale desde Nueva York hasta Europa. Cada kilómetro aguas adentro es un espectáculo, cada vez con más perspectiva desde el mar observador el Empire State y todos los rascacielos de Manhattan. Una vez esta imagen se termina, solo queda agua. Agua y más agua, durante días. Agua detrás y delante. 

¿Aburrido? 

Una vez se empiezan a divisar las costas europeas todo vuelve a ser curiosidad y entusiasmo. Cada kilómetro, nuevas vistas, más detalles. Ya se ven autos, personas y paisajes. El crucero acelera y no ve la hora de amarrar en el puerto. 

De hecho, pensando en la performance del conductor del crucero, es más probable que cometa un error en la relajación y complacencia del desmotivante “medio” mientras que su atención y esfuerzo aumentará notablemente en el que está más comprometido con la tarea (flow)

¿Cómo eliminar el medio? 

Aunque técnicamente puede que suene imposible, se puede eliminar este lugar tan largo e incómodo que impacta en la motivación y procesos de la mayoría de las personas.

Mucho se habla de eliminar el miedo, pero nunca de eliminar el medio. 

Según la psicología, las personas están más propensas a perder la ética de trabajo o quebrar normas morales a mitad de camino o cuando se sienten bloqueados (como las ratas pérdidas del laberinto) cuando están desesperadas por falta de voluntad o esperanza. 

Esto incluye dos variables: el tiempo o distancia y la recompensa. 

Trabajando sobre estas variables se puede eliminar el medio. Por ejemplo diseñando un sistema de recompensas en el que los tiempos o distancias sean tan cortos que no tengan medio. 

Las empresas dan un bono anual en diciembre cuando podrían dar un bono mensual por 1/12 de su valor cada mes y aumentarían la performance sin dudar. Lo mismo sucede en algunas culturas deportivas con respecto a los premios por obtener resultados. 

¿Qué motiva más un gran premio por salir campeón o premios más pequeños en todas las fases preliminares?

Hay dos técnicas muy efectivas para lograr “eliminar el medio”: el chunking y el narrow bracketing. 

Chunking

El chunking consiste en subdividir en pequeñas partes un objeto más grande. Pongamos de ejemplo, una preparación olímpica de un saltador con garrocha. 

La competencia es en 4 años. La recompensa está lejos y el “medio” es muy largo. Se puede dividir la experiencia en “chunks” más realistas, con menor duración y con recompensas más tangibles en el corto plazo. 

Además de dividir el proceso en fases como por ejemplo torneo regional, nacional, continental y mundial, se pueden crear «pit stops» de mucha menor duración en frecuencia cronológica, cambiando el sistema de etapas y recompensas en la preparación. El entrenamiento también se puede dividir en «chunks» enfocándose en los aspectos técnicos a mejorar.

Aquí entra en juego la otra herramienta, el narrow bracketing. 

Narrow bracketing

Esta técnica consiste en enfocarse en cosas pequeñas sin prestar atención a lo general. Por más que siempre es importante tener noción de la imagen completa, a veces es necesario meterse en secciones detalladas de un proceso para obtener una mejora general. 

Volviendo al ejemplo anterior del saltador con garrocha olímpica, además de haber dividido el ciclo olímpico en mini ciclos de competencias menores, puede enfocarse en partes de tu rendimiento de manera aislada. 

Por ejemplo, si quiere mejorar su altura máxima y no lo logra, aumentando su frustración y desmotivación por sentirse en el mismo lugar, puede aplicar el narrow bracketing y enfocarse por separado en la carrera, el apoyo de la garrocha, el salto y el aterrizaje. 

De repente, el deportista tiene 4 desafíos más pequeños en lugar de uno enorme, pudiendo ajustar más fácilmente las cuestiones que lo están separando de su mejor salto. 

Combinando estas dos herramientas es posible eliminar el medio de la ecuación, al menos psicológicamente.

Llegar a la meta 

La vida de un deportista está marcada por un camino que siempre lo lleva hacia un objetivo, sin embargo los altibajos del camino muchas veces lo hacen dudar, estancarse y bloquearse frente a la incertidumbre en la dirección y el destino. 

La motivación es un factor clave en mantenerse trabajando en pos del objetivo y si se pierde, se puede poner en riesgo todo el proceso. 

Entender el Efecto de Gradiente de Meta, así como también las herramientas para gestionar estos procesos de mejor manera pueden hacer, no solo que el deportista logre su objetivo, sino algo más importante: que pueda disfrutar del proceso y que siempre siga avanzando y siempre tenga un sentido de logro y evolución, sin importar en qué parte del recorrido se encuentra. 

Por último, es importante remarcar la importancia de diseñar herramientas que mejoren la capacidad del deportista de valorar lo hecho hasta el momento y desviar, al menos por un momento, los ojos de la meta. Es decir, poder ser consciente de toda la evolución, agradecido con el proceso y en base a eso, aceptar la posición en donde se está parado para luego sí, encarar la meta con una visión de logro y fortaleza mental.

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